domingo, 29 de marzo de 2015

Los dones del Espíritu Santo...

....o de como tras un episodio casual, un especialista deja entrever con sus palabras, su convencimiento de que tiene "A Dios agarrado por las barbas..."



Tomado de "Los olvidados de los olvidados..."


Ya todos, queridos y escasos lectores, saben que estas entradas suelo escribirlas de post guardia, Quizás por esa misma razón se me han quedado muchas en el tintero..porque nacen conmigo en esas 24 horas, pero tras descansar en mi casa ya la efervecencia se me ha ido y no sé como trasladarlas al papel...

Este caso es diferente...esto viene desde hace meses... un año al menos atrás. Es una entrada que llevo rumiando, moldeando en mi cabeza y que en estas fechas -religiosas-finalmente ha cobrado forma y además me parece de lo más acertada.

Soy de las personas que hablo, luego pienso, luego existo (Si, un desastre!) pero tengo claro que la mayoria de la gente piensa y luego habla. La palabra nos define, nos acerca o nos separa, pero especialmente la palabra tiene la virtud de ser pura y limpia. Es como surge y ya el contexto y el tono y toda esa circunstancia vuital que le rodea, la viste de múltiples significados.

Bien...érase una vez un FEA (Faultativo Especialista de Área) que tenía -como todos- su orientación terapéutica, sus bases teóricas, sus dogmas y sus experiencias.Dentro de su día a dia estaba trabajar con rehabilitación psiquiátrica, para lo cual desde fuera parece una persona muy cualificada y que le gusta su trabajo. Parte del mismo incluía compartir eventualmente con residentes (Enfermeras, médicos, psicólogos...) que además acudían atraídos en parte por curiosidad y en parte porque se veían muchas veces identificados con sus palabras.

Este especialista conduce terapia en forma de grupos, los cuales maneja muy bien y a los que los pacientes asisten, siempre voluntariamente y parece sentarles bastante bien. No es el objetivo de esta entrada describir lo que hace o no, pero si resaltar que es un profesional bastante rígido en sus ideas y que no comparte el "hacer médico" , es muy crítico con la psicofarmacoterapia e incluso en alguna ocasión -cosa que no me consta, pero como todo lo aqui escrito es ficción no importa mucho- se ha referido a los médicos como innecesarios y yatrogénicos en el manejo del Trastorno Mental.

Bueno, un poco para dibujar un escenario.

Cuando empecé a rotar por el área de pacientes crónicos en unidades de rehabilitación, me sentí cercana a los pacientes y traté de ser -como soy- y acercarme con cariño a los pacientes. En ningún momento con pena o lástima... pero mi convicción es que el afecto, el cariño y la cercanía no deberían estar reñidos con la terapéutica siempre que tu conducta cercana  no interfiera con el proceso terapéutico.

Esto sé que es chocante en algunos medicos...pero no pensé que llegásemos a tanto.

Por circunstancias de la vida me ví involucrada en un incidente con este FEA que les contaba, donde le desautoricé (A sus ojos, a su percepción) porque autoricé que se incorporase a terapia una persona que hasta ahora no estaba. Yo había entendido que era un grupo abierto y no ví contraindicación...

...pero la respuesta fué... insospechada! Sobrereaccionada total!

El FEA abandonó la actividad in situ y fué a quejarse con "mi superior" a quien yo observaba con ojos de huevos fritos porque a todas estas todavía no me enteraba de nada!
Saltaron chispas de los ojos de esta persona y finalemnte proclamó con una voz muy formal y aséptica que dejaba entever un gran orgullo: "YO NO PRACTICO CARIDAD. SOY UN PROFESIONAL Y ESTOY HACIENDO UN TRABAJO. MI TRABAJO ES ESTUDIADO, PREPARADO, PROTOCOLIZADO... NO ES CARIDAD, PARA ESO HAY OTRAS PERSONAS Y OTROS ESPACIOS..."

Fuí criado en un entorno católico. Si bien ni fé no es real sino de catecismo y hace mucho que me cuestioné lo que una se cuestiona cuando se adentra en la ciencia, ... a estas alturas, soy capaz de abstraer algunos conceptos y entenderlos en mis circunstancias.

Los dondes del espíritu Santo son Fé, Esperanza y Caridad (Creo). Donde la caridad yo no la entiendo como  lástima o ayudar a los pobrecillos... caridad es amor. Es darse como ser humano, ver la necesidad del otro como si fuera otro tu. Tratar al otro como si fueras tu o uno de los tuyos. (Siempre me preguntan los pacientes...¿si fuera su mamá, que haría, Dr? Trato de plantearmelo así y creo que me hace mejor psiquiatra y mejor persona. (No mejor que otros...lo cual es importante...esto no es una competencia, no hay especialidad mas íntima e individual que la Psiquiatría).




Recomiendo visualizar el documental... creo que vale la pena




Yo soy Psiquiatra (Bueno, R-menor) y sí hago caridad. Trato de hacer caridad con todos mis pacientes. Trato de empatizar y de darles afecto. Pero no por el espiritu santo y esas cosas que aproveché a mencionar porque estamos en estas fechas.... sino porque yo soy así. Creo que un Psiquiatra puede ser muchas cosas y dejar de ser muchas, pero lo que no puede no ser es auténtico. Yo soy así porque está dentro de mí, de mi formación, incluso porque creo que ayudo más a mis pacientes siendo así...pero porque yo si tenga caridad con mis pacientes no significa que seas mejor que yo o  que otros profesionales.

Vale, tu no haces caridad...y? Quieres un premio por hacer tu trabajo? O lo que pretendes es decirme que yo hago caridad y eso no es terapéutico? Tu no haces caridad... Bravo, te felicito! .....supongo.

Este FEA se cree dueño de la razón y en Psiquiatría eso no existe. Le he visto con otros ojos (Por supuesto, no es para menos) porque antes le admiraba muy ciegamente y ahora me doy cuenta que es una persona que aplica su dogma como si fuera una especie de verdad absoluta... no le veo individualizar mucho su mensaje depende del tipo de paciente (Cosa que creo fundamental con nuestros pacientes). Pero sobretodo me queda claro que es una persona prepotente y que cuando me decía estar enseñándome, lo hacía desde la amargura de que las cosas no se hagan como quiere (Porque lamentablemnet está en un entorno muy alienado).

Tal vez si cambiara su lugar de trabajo seria más efectivo y sobretodo más feliz.

Aunque siga sin "hacer caridad"